El desarrollo tecnológico ha originado diversas transformaciones en las áreas del trabajo humano. Por ello, la actual masificación tecnológica representada, entre otros asuntos, el uso de aparatos digitales, tales como: la computadora, tabletas, celulares inteligentes, ha influido en la metamorfosis del trabajo en muchos sectores y el editorial es uno de ellos. Podríamos decir que nos encontramos en una situación similar a la experimentada por los lectores de otros siglos al transitar del libro manuscrito al impreso, o del rollo de papiro al libro encuadernado.
Por consiguiente, a la par de las nuevas tecnologías, nacen otras formas de concebir y escribir un libro. Ahora la pantalla electrónica ofrece una gama de dimensiones que permite manipular los textos a voluntad. El placer y beneficio de la lectura en papel es un acto que aún tardará en ser totalmente desplazado, a pesar de que las nuevas generaciones se adaptan mejor a los formatos electrónicos y, contrario a lo que se piensa, cada vez se acercan más a la lectura en la pantalla de una computadora.
Asimismo, la tecnología ha modificado la cultura que rodea al libro, las librerías, la industria editorial, las bibliotecas y la difusión de libro. Simplifica las tareas, disminuye distancias y economiza costos y tiempo. Cada uno de estos temas nos puede llevar a múltiples reflexiones y, aunque es muy tentador especular sobre los cambios sociológicos que enfrentaremos, este texto aborda solamente la manera cómo han irrumpido las nuevas tecnologías en el trabajo de edición.
El libro digital en la era actual
Los avances tecnológicos han contribuido a renovar, por un lado, el método tradicional de edición y, por otro, han generado un nuevo concepto de trabajo editorial destinado a la edición electrónica. Es decir, para la manufactura de libros en papel existe un trabajo editorial basado en métodos tradicionales, pero apoyado en la tecnología moderna. En cambio, para los libros en disco compacto o en la red se están conformando normas que, en algunos aspectos, recuperan parcialmente el trabajo tradicional de las artes gráficas.
En el trabajo editorial, los aportes tecnológicos agilizan el proceso de publicación; escritura, captura, corrección, composición tipográfica, diseño, formación e impresión. Desde que el autor redacta su texto en la computadora está ahorrando la fase de captura en su trabajo editorial. La máquina también permite llevar a cabo la corrección de estilo en pantalla y realizar comparaciones entre las distintas versiones de un escrito, todo apoyado con diccionarios especializados en distintos temas que se cargan al software.
Con referencia a los libros que se editan en soporte electrónico, para ser leídos en una pantalla, existen dos tipos: los que se publican en Internet y los editados en discos compactos. Ambos tipos se conocen como e-books, o libros electrónicos–, y comúnmente, constituyen una nueva versión de una obra que anteriormente había sido impresa en papel.
Los CD’s también presentan sus variantes:
- a) Aquellos concebidos para trabajar como sistemas multimedia o interactivos, que facilita la consulta o la hacen más atractiva –que básicamente incluyen atlas, diccionarios y enciclopedias.
- b) Los que constituyen textos extensos en donde no se requiere tanto de la interactividad, conformados generalmente por estudios monográficos, obras literarias y trabajos académicos.
Entre los libros editados en páginas electrónicas también encontramos dos tipos:
1) Aquellos que han sido llevados del papel a la pantalla, en cuyo caso se digitaliza un texto, se “sube” a una página electrónica y se le destina un uso específico, ya sea que sólo se pueda leer, se pueda comprar vía red o se pueda bajar a un disco duro. Aquí se incluyen clásicos de la literatura o de la ciencia política que ya se pueden consultar gratuitamente, como son las obras de Shakespeare, John Milton, Miguel de Cervantes, Dante, Esquilo, Maquiavelo, Rousseau, etcétera.
- b) El otro tipo de libros en páginas electrónicas son aquellos escritos especialmente para la red. Éstos comprenden, en su mayoría, obras de autores que aprovechan el medio para promoverse sin demasiados costos.También se incluyen aquí las cibernovelasdonde los visitantes participan en la modificación de la trama, personajes y final de las historias, creando así una nueva modalidad de interacción en la lectura de un mismo texto. Por otro lado, ciertos autores reconocidos que están valorando la importancia de estos medios para la venta de sus obras: Stephen King tiene varios títulos dispuestos en línea donde se cobra por los derechos de lectura; sin embargo, el lector no puede imprimirla en papel ni bajarla al disco duro de su computadora. Simplemente se le vende la oportunidad de leerla en pantalla durante cierto tiempo.
Por ello, las nuevas tecnologías buscan cada día más emular el formato del libro tradicional, sólo que ahora con mayores posibilidades de almacenamiento de información en un mismo sistema de reproducción.
El proceso de edición de un libro para ser leído en medios digitales se conoce como edición electrónica. Constituye un conjunto de procedimientos y pasos previos para la publicación de un texto en Cd o en la red. Aún hay que definir muchos conceptos relacionados con la edición electrónica de libros. Por ejemplo, aunque el término “libro” no se adecua a los nuevos sistemas –en el sentido de que se le define como el “conjunto de muchas hojas de papel, impresas y encuadernadas juntas, con una cubierta de papel, cartón, piel o madera”-, se sigue empleando el término para designar a las nuevas publicaciones en disco compacto o en red. Lo mismo sucede en materia de derechos de autor y asignación de números ISBN. En muchos campos se sigue trabajando con los conceptos propios de los libros tradicionales.
Ante las necesidades de redefinición, surgen nuevos términos relacionados con los sitios en el ciberespacio, como el de los portales electrónicos que son páginas que ofrecen al visitante la entrada a diversos servicios especializados relacionados con un mismo tema. Los libros en red se encuentran mayormente vinculados a páginas de librerías, como en el caso de Amazon, que ofrece –además de la venta de libros impresos–, la lectura gratuita de publicaciones; o el Círculo de lectores, que posee un extenso catálogo de libros de actualidad en español. La presentación de acervos bibliográficos es cada vez más común en la red. La tendencia es llevar el documento al usuario sin necesidad de que éste se desplace.