Es pertinente considerar en la rutina de vida el cuidado de los huesos, ya que estos órganos firmes están compuestos por tejidos duros y blandos, que se encuentra en un proceso dinámico de formación y descomposición, regulado por hormonas y nutrientes de vital importancia para su correcto funcionamiento.
Por ello, durante la infancia es el momento, cuando se desarrolla la mayor absorción de calcio para toda la vida, por lo tanto, la dieta infantil debe contener derivados lácteos, alimentos por excelencia ricos en ese nutriente. Sin embargo, en la vida adulta de los individuos sigue siendo necesario el aporte de calcio, y en algunos casos puede ser necesario suplementar la alimentación con este mineral.
Por consiguiente, el cuidado de los huesos, es fundamental para una vida sana, se centra en la correcta cantidad del calcio que pueda fijarse en los huesos, pero para ello, se necesita de vitamina D y una de las principales fuentes de esta vitamina procede de la exposición al sol, También la podemos encontrar en alimentos como el pescado azul, la mantequilla o los huevos. Otro aspecto a considerar es hacer ejercicio, pues los movimientos favorecen el aumento de la masa muscular y de la fortaleza ósea.
Por otro lado, los huesos son los encargados de ofrecer funciones primordiales como habilitar la locomoción, dotar de protección a los órganos internos o dar cobijo a nutrientes esenciales como el calcio y el fósforo. Pero la edad nos va exigiendo cuidarlos, ya que a medida que el ser humano avanza en años, también anticipa en riesgos clínicos.
Por ello, el cuido del esqueleto es fundamental. Este está formado por 206 piezas óseas y médula, representa el 14% del peso total de una persona, del cual el calcio supone un total de 1,5 kilogramos.
Factores de riesgo que se pueden controlar:
Dieta: Cuando se ingiere muy poco calcio, se puede aumentar la probabilidad de tener osteoporosis. Si no se obtiene suficiente vitamina D y K, se puede aumentar también el riesgo de tener la enfermedad. La vitamina D es importante porque le ayuda al cuerpo a usar el calcio de la dieta.
Actividad física: no hacer ejercicio y mantenerse inactivo por largos periodos de tiempo puede aumentar la probabilidad de tener osteoporosis. Al igual que los músculos, los huesos se vuelven más fuertes (y se mantienen más fuertes) con el ejercicio habitual.
Peso corporal: estar demasiado delgado aumenta la probabilidad de tener osteoporosis. Pero la obesidad, tiene mayor riesgo de desarrollar osteoporosis. La forma de encarar los tratamientos para el control del peso es “a partir de un diagnóstico personalizado de las causas del exceso de peso y focalizar en aumentar el gasto, en vez de disminuir aporte calórico”.
El hábito de fumar: el cigarrillo puede evitar que el cuerpo use el calcio de la dieta. Esto puede aumentar el riesgo de osteoporosis.
Alcohol: Las personas que beben mucho tienen más probabilidad de adquirir problemas en la salud de los huesos.
Medicamentos: ciertos medicamentos pueden causar pérdida de los huesos. Entre estos están los glucocorticoides, los cuales se les recetan a las personas que padecen artritis, asma y muchas otras enfermedades.
Por consiguiente, esta inversión en el cuidado de la salud ósea es fundamental para prevenir futuras complicaciones, como la osteoporosis.
Además, es importante tener en cuenta que existen factores de riesgo difíciles de controlar:
Edad: la probabilidad de tener osteoporosis aumenta a medida que envejecemos.
Sexo: si es mujer, la probabilidad de tener osteoporosis es mayor. Las mujeres tienen huesos más pequeños que los hombres y pierden hueso más rápido que ellos, debido a los cambios hormonales que ocurren después de la menopausia.
Antecedentes familiares: tener un miembro de la familia cercana con osteoporosis o que se haya fracturado un hueso, podría también aumentar el riesgo.
Sin embargo, manteniendo una vida con hábitos saludable, cuidando los huesos como el resto de nuestro cuerpo, es posible mantenernos sanos y libres de problemas y enfermedades en el futuro. Por ello, es importante prestar atención a los cuidados desde pequeños. Asimismo, se debe tomar en cuenta que los huesos soportan el peso de nuestro cuerpo, son nuestra estructura, sirven de protección de los órganos y partes blandas y nos permiten movernos y realizar todos los movimientos.