La era del conocimiento coloca a éste en el mismo nivel de importancia que otros activos como el capital, ya que se supone que al exponerse a diferentes fuentes de información usualmente mejora la percepción del mundo y el desempeño general.
Cada día, el ser humano afronta el ritmo de la innovación científica y tecnológica, en la que ha tenido un efecto directo sobre cómo se percibe la vida del individuo en todas sus dimensiones, asimismo la globalización de hoy y la convergencia tecnológica basada en el uso indiscriminado de los dispositivos y las Tics ha modificado el poder de atención, el dominio para recordar sucesos y cómo procesarlos. Además, la forma en que la memoria se ha visto modificada y los consumidores ya no recuerdan la información del mismo modo que la recordaban en el pasado.
Por ello, se considera pertinente que el profesional de hoy no solo conozca el uso de las tecnologías, sino que aprenda a adaptarse de forma autónoma al desarrollo de la misma, sin ser dependiente a ella.
Por ello, es pertinente señalar que la firma de seguridad informática Kaspersky Lab encuestó a 6.000 consumidores de 16 años o más, en seis países europeos. El estudio encontró evidencias de la denominada amnesia digital a través de todos los grupos de edad, y por igual entre hombres y mujeres.
Asimismo, manifiesta que este fenómeno conocido como Amnesia digital sugiere que existe un vínculo directo entre los datos que se pueden buscar en dispositivos como computadores y teléfonos, y el fracaso para guardarlos en la memoria. Es decir, los individuos fácilmente olvidan un número de teléfono, una dirección, la letra de una canción o el nombre de un actor, ya que pueden buscarlo en el momento que quiera en su equipo con Internet.
Por consiguiente, el ser humano, está en una situación de vida, en la que por diversas razones no se puede recordar cierta información, por ello se está delegando a los dispositivos móviles, en lugar de nuestro cerebro. Esto puede surgir como consecuencia del acceso a dispositivos conectados a internet en los que los consumidores confían.
Asimismo, el estudio reveló que los adultos pueden llamar al número de teléfono de la casa en la que vivieron cuando tenían 10 años de edad; sin embargo, sus hijos no pueden realizar una llamada a la oficina o a un amigo, sin antes buscar el número en su dispositivo digital. También señala que las parejas no pueden llamar al teléfono de sus cónyuges, utilizando solo su memoria.
Paradigma o realidad, ¿qué efecto tendrá la amnesia digital?
Es pertinente señalar que este cambio de vida en el hombre, impacta en cómo los consumidores procesan la información; además, la forma en la que se están almacenando en su cerebro no afecta únicamente a la información y a los datos, sino tiene un impacto que va mucho más allá de la simple curiosidad.
Por ello, las empresas deben empezar a tomar en cuenta estas nuevas realidades a la hora de establecer cómo lograrán pasar las diferentes barreras de entrada a la hora de llegar al consumidor. Hasta ahora, las marcar luchaban para pasar de la memoria temporal a la permanente usando diferentes estrategias y diferentes trucos que afianzaban los recuerdos sobre una marca en la memoria del consumidor. Sin embargo, es importante el cambio de paradigmas, ya que, si entrar en la memoria permanente es cada vez más complicado, quizás deban modificar su estrategia o apostar aún más por ciertos elementos frente a otros para conseguir posicionarse entre los recuerdos acumulados del ciudadano.
Por consiguiente, el cambio de paradigma abre un nuevo punto de debate: ¿Ha muerto la publicidad tradicional? La publicidad de siempre echaba mano de una frase, de un mensaje, de un contenido visual atractivo, con el que se esperaba captar la atención de los consumidores, y a la vez lograran recordar. Por ello, Si entrar en la memoria es cada vez más difícil, si convertirse en un recuerdo es cada vez más complicado, ¿tiene sentido seguir apostando por eslogan, logotipos, y publicidad memorable para la mayoría de los receptores?
Por ello, es probable que la última vez que alguien dio su número de teléfono, el receptor no tuvo la necesidad de memorizarlo, solo le asignó un nombre, le dio un click en el celular y dejó que el equipo realizara el resto, por ejemplo, cómo sincronizarlo con aplicaciones como parte de tu vasta red de contactos.
Ante esta situación, es menester reconocer que los apartados digitales y el uso de internet favorecen al desarrollo científico, sin embargo, confiar progresivamente información a un dispositivo puede resultar contraproducente para la memoria a corto y largo plazo. La experiencia de olvidar información y confiarla a un dispositivo digital para que la almacene y la recuerde por nosotros, puede resultar un fracaso al perderla por algún mal uso en los dispositivos.
Sin embargo, es necesario recordar que el hecho de olvidar no es intrínseco a lo malo, ya que el ser humano es criatura que se adapta los cambios de cada era.
No obstante, lo cierto es que no importa qué tanta información se almacena en la memoria humana, sino más bien mantenerla siempre “despierta” y abierta a los cambios. De igual manera, compartir nuestros patrones de comportamiento a través de teléfonos inteligente y otros dispositivos para que puedan ser almacenados, rastreados, analizados, descodificados y luego usados para inferir ciertos patrones nuevos.