Una lonchera escolar saludable

Terminaron las vacaciones, paseos y campamentos… ahora los pequeños están en la escuela y los padres tienen miles de tareas que hacer en casa o fuera de ella. El tiempo es el más añorado porque pasa literalmente “volando”, sobre todo en las primeras horas del día, cuando el afán por estar puntual en el trabajo y dejar a los niños en la escuela contribuye a cometer dos graves faltas contra la salud de nuestros hijos: No desayunan y la lonchera va llena de carbohidratos simples o azúcares y vacía de fibras, proteínas y vitaminas. Si este es su caso, le interesará la entrevista que nos facilitó el doctor Felipe Reyes propietario de MULTIMEDICAL DAYANARA y FARMACIA DAYANARA en relación con la importancia de preparar una lonchera escolar saludable para los infantes.

loncheraHemos recordado en nuestros segmentos anteriores la estrecha relación que existe entre alimentación y salud. Sabemos que alimentarnos es un factor relevante para el correcto desempeño intelectual y físico de toda persona, sea esta un adulto o un niño. Además, tenemos claro que no todo lo que llaman “comida” tiene un efecto benéfico sobre nuestro organismo. Por ello, el doctor Reyes, médico pediatra con 28 años de experiencia, nos invita a fomentar la alimentación saludable entre los niños y lo más oportuno es hacerlo desde su etapa escolar cuando no están todo el tiempo bajo los cuidados de papá o mamá, pero un buen desayuno y una merienda bien preparada los mantiene distantes de las golosinas, galletas azucaradas y refrescos artificiales.

¿Qué es una lonchera escolar?

“Es la selección de alimentos que los estudiantes consumen durante su receso escolar, entre 9 y 10 de la mañana o 3 y 4 de la tarde, o entre una comida y otra. Es decir, no remplaza a ninguno de los platos principales: Desayuno, Almuerzo y Cena. Se caracteriza por ser fácil de elaborar, práctica de llevar, de consumo ligero y nutritiva”.

Tengamos en cuenta que:

  • La obesidad se ha convertido en una pandemia mundial y los niños son los más vulnerables
  • La ganancia de peso excesivo antes de los 5 años de edad a menudo se mantiene en la adolescencia aumentando el riesgo de obesidad
  • La etapa infantil es el mejor momento para enseñar hábitos de alimentación adecuados para llevar un estilo de vida saludable, tanto en el presente, como en el futuro, ya que en esta etapa se establecen preferencias y aversiones alimenticias; es una época de formación del gusto alimentario, en la que influyen factores genéticos, sociales y culturales. El niño come en función de lo que ve comer a sus padres o personas mayores en casa.

El especialista también indica que “las loncheras escolares cumplen una importante función nutricional en las etapas pre-escolar y escolar, al satisfacer las necesidades alimenticias de los menores, asegurando un rendimiento óptimo durante su desarrollo en el centro educativo”.

¿Qué debe contener una lonchera escolar nutritiva?

“Debe contener tres tipos de alimentos: energéticos, formadores o constructores y reguladores o protectores”. Los primeros, (pan, galletas, cereales integrales) brindan energía para realizar las diversas actividades curriculares que se exige en la escuela. Los segundos, (queso, huevo, pollo, leche), son alimentos proteínicos de origen animal, cuya relevante contribución radica en formar el organismo y ayudar al crecimiento. Los últimos, aportan vitaminas, minerales y fibras como las frutas y jugos naturales de frutas.

¿Qué alimentos deben excluirse del refrigerio para los infantes?

“Debe evitarse agregar gaseosas, café, jugos artificiales y productos enlatados o instantáneos como los embutidos, que contienen mucha grasa saturada, y las sopas de fideos, porque están compuestas por colorantes y azúcares que causan alergias y favorecen la obesidad en los niños” Igualmente, no es recomendable que los chicos consuman comidas refrigeradas y ligeramente calentadas (menos de 15 minutos), productos muy salados o muy dulces, leche porque podría descomponerse (a menos que sea un envase individual) y la mayonesa u otro tipo de aderezo (opte por los sachets de ser necesario).

Muy enfáticamente, el doctor Felipe advierte que “un refrigerio inadecuado puede perpetuar malos hábitos alimentarios y generar desnutrición, caries dental, sobrepeso, obesidad infantil y elevación de los triglicéridos y el colesterol”.

Aunque los productos ya listos puedan ser más atractivos que los naturales, no se debe olvidar que lo natural es lo mejor para la salud de sus pequeños y para su ahorro económico.

Tome nota e incluya estos productos en sus compras:

  • Galletas sin relleno (si son integrales aún mejor, pueden ser de avena o de algún grano nutritivo), barritas energéticas o alguna otra fuente de fibra baja en grasas.
  • Quesos bajos en grasa, embutidos (pueden ser pavo que son más saludables), atún, pechuga de pollo cocida deshilachada.
  • Panes (de preferencia integrales o bajos en grasas), pitas, tortillas de maíz.
  • Frutas y vegetales frescos.
  • Grasas sanas: mantequilla de maní, mayonesa light.
  • Refrescos bajos en azúcar, bebidas naturales y bebidas a base de leche descremada.

Ejemplos de lonchera nutritiva

  • Leche, huevo duro, galletas y mandarina.
  • Pan con pollo, yogurt y manzana.
  • Pan con queso, manzana y fresco de mandarina.
  • Pan con mermelada, leche con azúcar y plátano.
  • Leche con azúcar, queque y manzana.
  • Pan con pollo, leche y uvas.
  • Pan con tortilla de huevo, leche y plátano.
  • Pan con mantequilla, leche y plátano.
  • Cereal sin azúcar, yogurt y refresco de fruta sin azúcar.