Las actividades extracurriculares son las realizadas fuera del horario escolar con el objetivo de proporcionar experiencias enriquecedoras que permitan a los niños y niñas; adolescentes y jóvenes ampliar sus perspectivas, mejorar su socialización y potenciar sus habilidades, sin saturarlos ni sobrecargarlos; permitiéndoles disfrutar de una cantidad razonable de tiempo libre y de ocio, en vez de utilizarlo para actividades no productivas.
La niñez es una etapa para estimular la creatividad, la iniciativa y la originalidad; desarrollar habilidades y aprender destrezas básicas que serán de utilidad en su vida futura. El niño explora, aprende y disfruta por medio de la acción, razón por la cual se le debe ofrecer una amplia gama de experiencias mediante las cuales se realizará como persona.
Consecutivamente, en la adolescencia y juventud se van perfeccionando las diversas actividades realizadas, lo que conlleva a socializar y realizar una misión o meta social, la cual puede tener un impacto positivo por ser una inversión educativa que puede generar un modo de vida para quien las ejerce.
Es necesario destacar la importancia de insertar a nuestros hijos en las actividades que pueden desempeñar sin imposición, sino con placer; esto se logra cuando notamos qué les gusta a ellos.
Estas actividades extracurriculares pueden ser el arte, la música, los deportes, los idiomas, entre otros.
Pueden realizarse en periodos de clases o en vacaciones, de tal manera que se establece los horarios para cada actividad que realizan (académicas, del hogar y extracurriculares).
¿Por qué se debe iniciar en la niñez? Porque es el momento propicio. Desde la educación inicial identificamos las preferencias de nuestros hijos; se crea disciplina y se les prepara para la vida. A través de las diversas modalidades de estudio: Educación preescolar, primaria, secundaria y universitaria se logra un desarrollo de habilidades, capacidades y destrezas en función de la actividad extracurricular que cada uno elige en su vida.
La realización de actividades extracurriculares es un factor con mucho protagonismo por dos grandes razones:
Ayudan a resolver las incompatibilidades de horarios escolares y laborales, producto de la realidad socioeconómica de nuestro país.
Una variada oferta de actividades, ya sean deportivas, culturales o de otra índole son un refuerzo para la formación del escolar y permiten orientarles hacia el desarrollo de campos de su preferencia.
Asimismo, el uso de nuevas tecnologías aplicadas al trabajo en el aula, atención psicológica, competiciones deportivas, vínculos colaborativos con otras instituciones educativas en el extranjero son opciones que debemos tomar en cuenta.
Todas las actividades extracurriculares son súper valoradas porque las empresas toman en cuenta a los ejecutivos con un balance en todos los ámbitos de su vida: el trabajo, las relaciones interpersonales, el crecimiento personal, el deporte u otra actividad productiva que realice, incluyendo pasatiempos.
En este sentido, las actividades extracurriculares fomentan la responsabilidad en los estudiantes y les ayuda a convertirse en líderes.
¿Por qué las actividades extracurriculares promueven un desarrollo positivo en los estudiantes?
Porque estimulan la adquisición de competencias sociales, emocionales, cognitivas, conductuales y morales.
SOCIALES: La correcta codificación e interpretación de las claves sociales o la generación de soluciones efectivas ante los problemas interpersonales.
EMOCIONALES: Reconocer y manejar las emociones propias y ajenas.
COGNITIVAS: Entender las perspectivas de los otros y ser capaz de resolver los problemas de forma lógica y optimizando los recursos.
CONDUCTUALES: Conjunto de habilidades necesarias para comportarse de manera exitosa y prosocial.
MORALES: Habilidades para responder de forma ética o teniendo en cuenta principios de justicia social.
De igual manera, el estudiante desarrolla habilidades para pensar de forma autónoma y tomar decisiones coherentes, potencia su sentido de autoeficacia y le facilita la formación de una identidad clara y positiva, a través de la fijación de valores y la estimulación de capacidades que incluya expectativas realistas y optimistas para su futuro.
En nuestro país existen diversas opciones acordes a los intereses de nuestros hijos, tales como escuelas de música, de arte, centros de enseñanza de idiomas, escuelas de natación, entre otros.
Por tal razón, les invito a identificar las preferencias de sus hijos e hijas para que tengan un espacio en donde desarrollen sus habilidades, destrezas y capacidades en aras de una formación integral, tomando en cuenta que se trata de una inversión y una herencia para ellos.