Finanzas personales, ¿mito o realidad?

Las finanzas personales se me hacen maravillosas porque son tan personales como tu huella digital. Así siempre lo he creído y por eso lo repito las veces que puedo. ¿Qué quiere decir esto? Sencillo: lo importante para una persona puede no serlo para otra.

Aun así, hay hábitos aplicables por parejo para todos, independientemente de la edad, género, situación social, profesión, entre otros. Por ejemplo, el ahorrar. Esta debería ser una de esas prácticas comunes de cualquier persona. ¿Dónde estaría la diferencia? En la capacidad de ahorro y las metas de cada uno.

Por eso, a continuación te presento tres de los mejores hábitos financieros a tener en cuenta y el principal mito detrás de cada uno, para que a partir de hoy vos comencés a darle un giro a tu vida financiera:

1

Viví dentro de tus posibilidades: Si hay una premisa básica para llevar una vida financiera sana es ésta: aprender a vivir con solo lo necesario y está al alcance de tu presupuesto. Aunque tu vecino se haya comprado un carro nuevo, y vos creás merecerlo, no debés de apresurarte a ser como esa persona. Recordá lo importante: vos no sabés cuánto gana y tampoco si lo pudo pagar o si debe hasta la camisa que anda puesta.

Mito: Si me acostumbro a vivir con lo justo, entonces no soy una persona con la meta de mejorar y siempre viviré con lo mínimo. Falso. Las condiciones pueden ir cambiando con el tiempo y, a medida que los ingresos suban, también subirían los ahorros y gastos. Cuando una persona vive dentro de sus posibilidades es porque tiene sus pies sobre la tierra y su felicidad no está definida por la cantidad de ceros en su cuenta bancaria.

2

Ahorrá una parte de tus ingresos: Indudablemente debemos de cambiar la cultura de coyol quebrado, coyol comido. Si bien, para muchos ahorrar resulta difícil, siempre hay algunos cambios susceptibles de hacer, con el objetivo de estar preparado en caso de una emergencia, tu retiro o la educación de tus hijos. Para metas a largo plazo, al menos deberías estar ahorrando el 10% de tus ingresos.

Mito: Cuando gane más, entonces voy a poder ahorrar. Falso. Ahorrar es un hábito que toma tiempo adquirir y si vos no te acostumbrás a separar un monto cada mes cuando ganás poco, difícilmente lo vas a poder hacer cuando ganés mucho. Como bien dicen “entre más ganás, más gastás”.

3

Pedí créditos con responsabilidad: No importa si estás aplicando a una tarjeta de crédito, un crédito automotriz o uno hipotecario, debés saber cómo vas a hacer para pagar mes a mes ese préstamo y al largo plazo, pues recibirlo es fácil y complicado pagarlo.

Mito: La única manera de adquirir mis bienes es al crédito. Falso. Aunque para algunas compras grandes (como un carro o una casa) es necesario recurrir al crédito, hay muchas otras, como los electrodomésticos, que podrías adquirirlas ahorrando un monto mensual y luego comprarlas en efectivo.

Al final, tomar el sartén por el mango cuando de tu vida financiera se trata, implica adquirir diferentes hábitos con el tiempo. Los tres antes mencionados, son los principales. Y así como éstos, existen muchos otros mitos alrededor de las finanzas personales que, si le ponés mente, vos podrás descubrir.

¿Y vos? ¿Cuántos de estos hábitos rigen tu vida? ¿Cuáles de estos mitos los has tomado como una realidad? ¿Qué otros mitos podés identificar que te han llevado a tomar malas decisiones financieras?